Vivimos en un mundo sobresaturado,
sobresaturado de sonidos, de imágenes, de pensamientos.
Solo deteniéndonos en el sonido, existe un sonido ambiental o permanente que nos afecta sobre todo a los que vivimos en grandes urbes. Pero que con la costumbre, se suele soportar bien.
En un escenario normal, en una casa, un trabajo, un gimnasio; nos rodeamos siempre de gente, escuchamos infinidades de palabras, ruidos de autos, música, algunos buscan entablar conversaciones, y aunque en ocasiones no son esperadas, las sostenemos ya que siempre queremos estar bien, con nosotros mismos y con el resto de las personas que nos rodean.
Pero que pasa cuando te das cuenta lo mucho que te agrada el silencio, el silencio y la soledad, porque en si, son dos procesos que se complementan. Y aceptas también que; disfrutas de la buena compañía, te gusta juntarte con algunas personas, de vez en cuando y hablar con ellos, porque el silencio es tan importante como el sonido, pero reconoces, que a veces te hace falta caer en las mieles seductoras del silencio.
Se podrías decir que son características propias de personalidades introvertidas y que en contrapartida a esto, cobra especial relevancia ser extrovertido, el sistema actual de alguna manera esta diseñado para ellos... las personalidades extrovertidas parecen adaptarse mejor en ciertos aspectos. O quizás tan solo sea algo que todos necesitamos de vez en cuando, todos necesitamos de ese espacio de introspección o simplemente de silencio y soledad para encontrarnos con nosotros mismo y poder estar bien con los demás.
En lo personal disfruto mucho de esos momentos, me doy cuenta que es cuando me activo a hacer todo lo que tengo pendiente. Así que a disfrutemos de esos momentos de delicioso silencio, igual como disfrutamos los de grata compañía. que siempre son bien recibidos.
Y a ti? ¿ que tanto te hace falta el silencio?
tres cosas: Verse a si mismo como una cosa ajena, olvidar lo visto, conservar la mirada. O sea, dos cosas solas, dado que la tercera comprende la segunda. (Franz Kafka, Cuadernos de Octava, III. diciembre de 1971.)
miércoles, 16 de agosto de 2017
miércoles, 9 de agosto de 2017
Te lo explico
Desde hace mucho mucho tiempo que no escribía nada. Una persona, un trabajo, luego otro y luego otro. La facultad, mudarme de país, tener una hija... En escribir menos y vivir más.
Pero he vuelto, he vuelto pero ahora con otra mirada, muy distinta de la vida, menos austera y mucho más feliz.
Para ahora escribir desde mi balcón...
Pero he vuelto, he vuelto pero ahora con otra mirada, muy distinta de la vida, menos austera y mucho más feliz.
Para ahora escribir desde mi balcón...
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)